
El libre albedrío es decidir con fundamento.
Para el masón el libre albedrío es una herramienta básica en su comportamiento. Esta acción y el futuro parecen existir en armonía, Shakespeare en Hamlet, le nombra “el destino que da forma a nuestros finales”.
Es un hecho que como seres humanos no sabemos como terminarán las cosas. Pero si sabemos que nuestra conducta y acciones actuales pueden modificar su resolución. Es por esto que el masón siempre entra al cuarto de reflexiones antes de actuar.
Como ejemplo: imagina mi H.·. que conoces a una persona con la que sientes empatía, cariño, amor, en pocas palabras te enamoras.
Si tienes el valor de hablar con esa persona y te corresponde, fluyendo todo de manera armónica, es posible se convierta en matrimonio.
Y ya sabemos como cambia la vida al compartir esta con otra persona.
Ahora imagina que no hablas con esa persona, solo contemplas soñando como sería la vida si…
Esto mi H.·. es una representación de lo que podría ser el libre albedrío. Haz decidido elegir entre si y no.
Esta decisión te llevará hasta un punto en el futuro que podría no haber existido, si se optara por la otra opción.
El masón decide con fundamento
H.·. si haz puesto atención a vuestro trabajo en Logia, seguramente podrás ver como es que fluye el conocimiento y la decisión. Antes de tomar una acción es fundamental que estemos informados del tema.
No argumentamos de lo que no conocemos, de debatimos con ignorancia, esto significaría perder el debate de las ideas.
Al tener conocimiento de las cosas nos permite acceder a una mayor información que podemos analizar para tomar una decisión acertada, en la mayoría de los casos.
Si tomamos la cita de Hamlet veremos que el final de estas decisiones debe estar no solo pensado y analizado si no visualizado para que el final sea el esperado.
El futuro está determinado por nuestras acciones de hoy, el masón tiene presente esta idea siempre.
Nuestro libre albedrío hoy afectará el resto de nuestra vida futura.