El jueves santo en la masonería

El pan y vino místicos


Para los HH.·. de los grados, llamados filosóficos, el jueves santo representa más que la oportunidad de convivir con sus iguales, es la de participar en una ceremonia hermosa y mística.

No siempre en la misma fecha
Sabemos que la llamada, semana santa, no siempre se realiza en la misma fecha del calendario. Esto es con el objeto de encontrar un viernes que esté lo más próximo a las tituladas pascuas floridas.
O sea el paso del Sol por el Ecuador o equinoccio de primavera, y que en dicho viernes (día de Venus) sea luna llena. Recordemos que en algunas culturas la luna llena representa la totalidad, la plenitud y el poder espiritual.


La última cena


No hay razón para no asistir. La cena mística representa, en este caso, las fuerzas del cosmos, preparando el material y las fuerzas espirituales. Es la fiesta del primer plenilunio de primavera.
Para los grados filosóficos, la cena mística, es una ceremonia mágica de inmenso poder. La última cena fue una ceremonia de sangre. El vino y el pan son representativos de la comunión que se realiza, la verdad, representada por el pan y el vino de la vida.
El pan; el esfuerzo evolutivo de la materia que emerge de la oscuridad, por estar enterrada, germinando y madurando con la luz del día.
El vino; el jugo de los frutos, la tierra rociada por la sangre vegetal, que complementa y da vida en ambas transformaciones.
El yo interno, la naturaleza terrestre que da vida a todo el planeta, representada en estos dos elementos. Que reciben una energía muy especial, del sol, en esta época del año. Ya que corrientes magnéticas provenientes del sol excitan y despiertan fuerzas vitales, provocando el surgimiento de nueva vida.
No solo en el campo físico sucede esto, también en el campo espiritual, aunque invisible para nuestros ojos.


El trabajo interno en los filosóficos


Los Ccab:. R:. C:. dedican ésta noche sus pensamientos y acciones a honrar y recordar a los iniciados más notables de la humanidad. Quienes a través de los tiempos han iluminado el camino de los hombres, compartiendo el pan y el vino, como prueba de que se busca el sendero de la luz.
Esto, se recuerda, bajo el pan; fruto de la espiga, simbolizando el conocimiento de los misterios de la vida, al mismo tiempo el reparto de los bienes de la tierra y en conjunción perfecta con los HH:.
En el orden superior la comunión es con el vino, la sangre de la vid, que penetra el sol. Significando la participación de los misterios espirituales.
Damos gracias a los iniciados en estos misterios por darnos luz y en su memoria esta celebración.

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