“La filosofía es la ciencia de la estimación de los valores. La superioridad de cualquier estado o el fondo sobre la otra está determinada por la filosofía. Mediante la asignación de una posición de importancia primordial para lo que queda cuando todo lo que es secundario se ha eliminado, la filosofía se convierte así en el verdadero índice de prioridad o énfasis en el reino del pensamiento especulativo. La misión de la filosofía, a priori, es establecer la relación de las cosas manifestadas a su causa última, o la naturaleza invisible”
Manly P. Hall
El método filosófico es el modo que tienen los humanos de abordar las cuestiones de la vida, caracterizado por tener presente la duda, el argumento y la dialéctica. Como la razón de ser de la filosofía es, explicar el origen del conocimiento humano y su naturaleza, los filósofos utilizan distintas formas para intentar hacerlo. La masonería toma este método como base de sus estudios.
Aunque cada filósofo sigue su propio método para responder las preguntas que se le presentan, existen algunos aspectos comunes.

La duda
Podría decirse que todo filósofo, incluido Descartes, pone en duda todo aquello de lo que es posible dudar. Y es ese el primer impulso del trabajo del filósofo: la duda; sospecha de las cosas o creencias que se dan por sentadas.
Los primeros filósofos aseguraban que solo la duda y el asombro podían iniciar el camino hacia la sabiduría.
La masonería en dos de sus grados trata este tema de manera opuesta y clara.
Las preguntas
En la filosofía, la formulación de la pregunta ocupa buena parte del tiempo del pensador, puesto que procura que sea una pregunta clara y precisa que conduzca a la raíz del problema.
Ubicar la raíz del problema debería conducir a las posibles soluciones más acertadas.
La explicación
Consiste en plantear una explicación probable al problema.
Esa explicación no debe ser definitiva (siempre estará la duda metódica), pero sí debe ser clara y estar fundamentada.
La justificación
Es otro de los rasgos distintivos del método en la filosofía; argumentar, justificar o respaldar las soluciones propuestas.
Normalmente, los argumentos se presentan en formas de premisas que conectadas lógicamente, derivan en la solución.
Se espera que estos argumentos satisfagan la duda que inició la discusión. No obstante, conviene recordar que siempre habrá espacio para dudar.
La Masonería es una escuela con una filosofía muy clara, buscar y encontrar para solucionar los problemas que se presentan día a día.